miércoles, 7 de noviembre de 2012

Proyecto Tecnológico: Electrificacion de un Hogar Rural


Problema:
Abastecimiento de Energía eléctrica en una chacra

Posibles soluciones:
Grupo electrógeno

básicamente están formados por un conjunto integrado que contiene un motor térmico primario (turbina de gas, motor Otto o Diesel), un generador eléctrico (generalmente de corriente alterna) acoplado en el mismo eje y los correspondientes elementos auxiliares y sistemas complementarios, como los distintos indicadores de estado, tableros de maniobra, tanques, radiadores, circuitos de lubricación, combustible, agua y eventualmente aire comprimido; excitatrices, cargadores de baterías, equipos de control de tensión y frecuencia, automatismos de transferencia, protecciones contra sobrecargas, cortocircuitos, etcétera.
Es la solución más viable para nuestra zona y viéndolo desde el lado de un campo pequeño

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Molino de viento

Esencialmente, todos los molinos funcionan de la misma forma. El viento choca contra las palas o aspas y esto hace girar el eje sobre el que van montadas. Este eje se encuentra acoplado, mediante un sistema de transmisión, a otros dispositivos, como puede ser un sistema de generación de electricidad o un engranaje que mueve una piedra de moles. Debido a que transforman energía del viento en otra clase de energía, reciben el nombre de máquinas eólicas.
Fundamentalmente se dividen en dos grandes grupos: los de eje vertical (que son los más antiguos) y los de eje horizontal. Los de eje vertical pueden recoger el viento de cualquier dirección que provenga, mientras que los de eje horizontal necesitan un timón o veleta, para orientarse de cara a la dirección del viento.
No nos garantiza que fuera a abastecer una casa ya que el viento en misiones no es fuerte y constante como en el sur por ejemplo.



Energía a base de estiércol

Estiércol es el nombre con el que se denomina a los excrementos de animales que se utilizan para fertilizar los cultivos. En ocasiones el estiércol está constituido por excrementos de animales y restos de las camas, como sucede con la paja. El lugar donde se vierte o deposita el estiércol es el estercolero.
En agricultura se emplean principalmente los desechos de oveja, de ganado vacuno, de caballo, de gallina (gallinaza). Antaño, también el de paloma (palomina). Actualmente se usa también el de murciélago. El estiércol de cerdo proveniente de granjas tiene consistencia líquida y se denomina purín.
Para poder emplear esta solucion se necesita un campo con mucha cantidad de ganado.



Selección de la solución

Los grupos electrógenos son equipos destinados a proveer energía eléctrica ante emergencias de corte por suministro de energía de la red publica .
Funcionamiento:
Equipados con motores a combustión interna, giran a 1.500 o 3.000 rpm, entregando energía monofásica o trifásica con tensiones de 380 / 220 Vca, y frecuencia de 50 Hz.
El encendido de los gases se efectua en el ciclo otto por medio de una chispa eléctrica, por medio de la bujía. En el ciclo diesel la comprensión alcanzada al ascender el piston y se produce la mezcla aire/gasoil.
Un sistema utiliza carburador para producir la mezcla aire/combustible y esta es aspirada por el vacio que se produce al descender el piston, el otro inyecta combustible en el momento de máxima compresión (ciclo diesel)
El rendimiento de los motores diesel es superior al de los encendido por chispa.
Se puede decir que un litro de gasoil produce en un motor diesel alrededor de 4 kw.Las relaciones de comprensión para el ciclo otto están entre 7v a 9v a 1v y ciclo diesel 16v a 21v a 1v.



Mantenimiento de un grupo electrógeno

El mantenimiento de un Grupo Electrógeno se basa en las horas de funcionamiento del equipo.
Para tener una idea clara de los intervalos de tiempo máximo entre inspecciones veamos las equivalencias aproximadas en kilómetros recorridos por un vehiculo, comparado con las horas de funcionamiento de un Grupo Electrógeno.
Funcionando a 1500 RPM (revoluciones por minutos) el motor de un Grupo Electrógeno trabajando durante una hora girará el cigueñal tantas veces como el vehiculo para recorrer 60 kilómetros, o sea que 250 horas de uso equivalen a 15000 kilómetros recorridos. No es concebible que un auto recorra esa distancia y no se le efectúe por lo menos un cambio de aceite.
En general los motores industriales que equipan los Grupos Electrógenos tienen detalles constructivos que le dan más robustez y por otra parte no sufren marchas lentas, bruscas aceleraciones que obliguen a utilizar el combustible en condiciones más desfavorables.
El mantenimiento preventivo y las inspecciones rutinarias cada determinado numero de horas son de efectividad comprobada y determinan los períodos mas largos de uso sin anomalías.

El consumo es variable y depende de varios factores:
a) Capacidad del generador
b) Por ciento de la carga conectada.

Un generador de pequeña capacidad, por ejemplo 20 KW, sin carga alguna conectada, tendrá un consumo minimo aproximado de 3 lt/hr, si se le conecta el total de la carga puede consumir 10 lt/hr.

Un generador de 100 KW, sin carga conectada, consumirá alrededor de 12 lt/hr y con el total de la carga conectada unos 30 lt/hr.



¿Qué debo saber a la hora de instalar un grupo electrógeno?

Debe tener en cuenta lo siguiente si está pensando en instalar un grupo electrógeno:
• Ubicación: deberá pensar en el lugar donde instalará el grupo electrógeno, lo ideal es instalarlo en un lugar de fácil acceso e iluminado para facilitar las operaciones de mantenimiento. Los grupos electrógenos se pueden instalar fuera o en el interior de su local. se ofrece cubiertas para atenuar el sonido cuando los grupos electrógenos se coloquen a la intemperie.
• Montaje: los grupos electrógenos deberían montarse sobre superficies niveladas, utilizando soportes antivibratorios si fuera necesario. La mayoría de las superficies niveladas son idóneas, aunque debería consultar con un ingeniero civil para montajes sobre tierra o techo.
• Ventilación y refrigeración: es importante asegurarse de que el grupo electrógeno disponga de suficiente ventilación para mantenerlo refrigerado y eliminar el exceso de emanaciones gaseosas y de calor producidas por la combustión del motor.
• Sistema de alimentación de combustible: deberá pensar en la modalidad de aprovisionamiento de combustible para su grupo electrógeno. Existen varias opciones de aprovisionamiento de combustible, desde las bombas manuales, hasta los sistemas completamente automáticos. En general, los grupos electrógenos pequeños tienen una bomba
manual que funciona mecánica o eléctricamente, y puede llenar el depósito de la unidad desde una cisterna de combustible.

¿Cuánto tiempo funcionará un grupo electrógeno con un tanque de combustible?

El tiempo que funcionará el grupo electrógeno con un depósito de combustible depende del tamaño del depósito, de la cantidad de tiempo que se ha usado el grupo electrógeno y de la carga que tiene que generar. Generalmente están diseñados para funcionar ocho horas a pleno rendimiento.

Aspectos Económicos

En base a la potencia consumida en un hogar de chacra promedio, con electrodomesticos de hogar y algunas maquinas electricas para uso campestre, el costo de un generador electrico diésel de 12000 w es de aproximadamente $16000, el mismo posee una autonomía de 8 hs de funcionamiento continuo con el tanque lleno (25 litros). 

jueves, 21 de junio de 2012


Argentina y su despliegue Energético

El sistema energético de Argentina está compuesto por las redes de conductos y de energía eléctrica. Entre las redes de conductos se distinguen los gasoductos, los oleoductos y los poliductos, que conectan las áreas productivas de la Patagonia, Cuyo y Noroeste con los grandes centros de consumo o de industrialización derivada. Las redes de energía eléctrica se integran en el sistema interconectado nacional, los sistemas regionales y las estaciones de transformación, y ponen igualmente en contacto las centrales eléctricas con las grandes áreas de consumo.

Están compuestas por líneas de transmisión, equipamientos de generación y subestaciones de transformación. Las principales líneas conectan el sistema hidroeléctrico del río Limay (Neuquén- Río Negro) con Buenos Aires, Bahía Blanca y La Plata. También destacan las líneas de Yacyretá (Argentina-Paraguay) y de Salto Grande (Argentina-Uruguay) con Rosario y el Gran Buenos Aires. La energía eléctrica instalada es estimada en 14.000 megavatios.

El país cuenta con abundantes recursos energéticos y sobre todo con una gran diversidad de fuentes, entre las que destacan la hidroeléctrica y el gas, además del petróleo, carbón y uranio.
También revisten especial importancia las fuentes no convencionales de energía: geotérmica, eólica, mareomotriz, solar y biomasa. En el contexto del Mercosur se están realizando obras significativas, como los gasoductos a Chile, Uruguay y Brasil, y las interconexiones eléctricas del litoral. Los sistemas energéticos de Argentina han sido privatizados, salvo Yaciretá, Salto Grande y las centrales nucleares que están en proceso de concesión al capital privado.

Las principales cuencas de hidrocarburos son la Austral (golfo de San Jorge), la Neuquina, la Cuyana y la del Noroeste. Existen otras cuencas de exploración como la del Chaco-Paranaense y varias en la plataforma submarina. La cuenca más importante en producción de gas es Loma de la Lata (Neuquén), además de Santa Cruz y Puesto Hernández.

En el campo hidroeléctrico hay que señalar que la mayoría de los ríos y saltos con potencial para producir energía están muy alejados de los centros industriales, aunque, a pesar de estas limitaciones técnicas, los recursos hidroeléctricos se desarrollan a pasos acelerados. Los proyectos más importantes, iniciados en las décadas de 1970 y 1980, están situados en el norte de la Patagonia sobre los ríos Limay (El Chocón, Alicurá, Piedra del Águila y Pichi-Picún-Leufú) y Neuquén (Cerros Colorados), sobre el río Paraná (Yaciretá, explotado en colaboración con la República del Paraguay) y sobre el río Uruguay (Salto Grande, en colaboración con Uruguay).

También merecen atención las centrales de Garabí (con Brasil), Corpus (con Paraguay), Los Blancos (Mendoza) y Río Santa Cruz-La Leona.
En 2001 Argentina producía un total de 97.167 millones de KWh, de los cuales el 40,81% se generaba en instalaciones hidroeléctricas, el 6,73% mediante energía nuclear y el 52,24%52,24% en centrales termoeléctricas convencionales. Hay que destacar las centrales nucleares de Atucha I y II, localizadas en la provincia de Buenos Aires.


El Panorama de las Energías Renovables en Argentina

Es costumbre decir que nuestro país tiene de todo un poco: es rico en tierras, en minerales, en diversidad de climas. Todo eso es correcto, tanto como que Argentina es uno de los países con más potencial para las energías renovables.
En la Patagonia tenemos una fuente inagotable de energía: el viento. Es de los mejores del mundo en su tipo para generar electricidad por su intensidad y constancia. A su vez, en el noroeste tenemos muchos días de sol fuerte al año para la energía solar mientras que la zona cordillerana posee una gran cantidad de sitios para la energía geotérmica. La larga línea de costa contra el océano Atlántico, por su parte, puede aportar una fuente inagotable de energía oceánica, mediante mareas u olas.
Si Argentina se lo propone, podría suplir la totalidad de su consumo eléctrico con energías de fuentes limpias y renovables, e incluso podría llegar a ser exportadora neta. En el año 2006 se creó el marco regulatorio, con la sanción de la ley 26.190/06. Esta última otorgó a las energías renovables el carácter de interés nacional, dejando asentado que para el año 2016, la Argentina deberá asegurarse que hasta un ocho por ciento de la generación de energía eléctrica provenga de fuentes renovables.
Se realizaron estudios y mapas para conocer el potencial de energías renovables en cada provincia con la mayor exactitud posible y en el año 2009 se reglamentó la ley por decreto presidencial. Ese mismo año, el gobierno nacional, junto con ENARSA , la empresa pública de energía, lanzaron el programa GENREN , que ofrecía comprar 1000 MW de energías renovables mediante contratos fijos a 15 años.
Las licitaciones tuvieron buena respuesta por parte de empresas privadas: se presentaron 22 ofertas por 49 proyectos que ascendían a un total de 1461 MW, superando las estimaciones oficiales en un 46 por ciento. En junio de 2010, luego de un exhaustivo análisis, se conocieron los ganadores y se aprobaron un total de 895 MW. La mayoría de las ofertas fueron por energía eólica, una de las que requiere menos inversión y menores riesgos financieros.


Centrales Hidroeléctricas

El agua es la principal fuente de energía renovable de la que dispone la Argentina. El movimiento del agua de los ríos o de las crecientes y bajadas de las mareas genera energía hidráulica, que es aprovechada para producir corriente eléctrica. Para aprovechar esta energía que produce el movimiento del agua se construyen represas, es decir, obras (generalmente de grandes dimensiones) que contienen o regulan el curso de las aguas. Las represas están acompañadas de instalaciones que transforman la energía hidráulica en electricidad y, en conjunto, forman una central hidroeléctrica. Estas son de dos tipos:
·         Centrales de pasada. Son aquellas que utilizan el agua mientras ésta fluye normalmente por el cauce del río. Generalmente se construye una presa (estructura que sirve de barrera que impide el curso del agua) con el objeto de mantener un desnivel constante en el caudal del río. Como el caudal de agua varía a lo largo del año, las centrales producen su máxima potencia cuando las lluvias son abundantes.

·         Centrales de agua embalsada. El caudal de agua de los ríos afluentes es retenida en un embalse o lago artificial a través de la construcción de una presa, lo que permite la regulación del caudal. El agua retenida es conducida mediante conductos especiales que la dirigen hacia las turbinas que producen la energía eléctrica.



Además de la generación de energía eléctrica, los aprovechamientos hidroeléctricos tienen también otros propósitos, como el control de crecidas, el riego, la provisión de agua potable o el desarrollo de actividades turísticas.
En la Argentina hay más de 70 centrales hidroeléctricas de distintos tamaños. Las más grandes tienen mayor capacidad de generación de energía eléctrica y están formadas por grandes diques y embalses.


El Aprovechamiento de la Biomasa


Uno de los aprovechamientos de mayor importancia es el dedicado a la fabricación de carbón vegetal del cual se hace uso casi exclusivo en la industria siderúrgica instalada en la provincia de Jujuy (Altos Hornos Zapla). El mismo se obtiene fundamentalmente a partir de plantaciones de eucaliptos realizadas con ese fin.
También se utiliza en otras industrias y para uso doméstico, aunque su importancia comparativa es mucho menor.
Otro aprovechamiento significativo es la utilización de bagazo de caña de azúcar como combustible para las calderas de los ingenios azucareros. En algunos casos, este combustible prácticamente permite la autosuficiencia energética de estas industrias.
Relacionada con la caña azúcar podemos mencionar la fabricación de alcohol que, convenientemente deshidratado y dosificado, dio origen a la alconafta, utilizada en cierta época en varias provincias argentinas. Este proyecto no prosperó por llegarse a la conclusión de que desde el punto de vista económico no resultaba satisfactorio para las características del país.
Otros aprovechamientos de este tipo de energía son:

·         el uso de leña a nivel doméstico en zonas rurales y semi rurales;
·         el uso de leña para calefacción en hogares;
·         el uso de residuos agroindustriales en calderas para producir vapor de proceso;
·         el uso de residuos de aserradero para generar energía en la industria de transformación de la madera;
·         la generación de biogás en tambos.
Es importante destacar que el potencial de aprovechamiento energético de la biomasa en la Argentina es muchísimo mayor a su actual utilización y para su desarrollo futuro es necesario realizar una importante tarea de difusión de las posibilidades existentes y de las tecnologías para su uso.





La Energía Geotérmica

La región occidental de la República Argentina corresponde, a lo largo de la cordillera de los Andes, a una zona de colisión de placas litosféricas donde se desarrolla un borde de subducción, constituyendo un margen continental activo. Este proceso, como es sabido, origina cuerpos magmáticos que se emplazan en los niveles superiores de la corteza generando áreas con anomalías térmicas de alta temperatura. A su vez, en las regiones extra andinas existen numerosas áreas con anomalías térmicas de temperaturas intermedias a bajas debido a causas preferentemente mecánicas. Estas características generales confieren al país grandes posibilidades para la investigación y eventual aprovechamiento del recurso geotérmico.
Inicialmente, motivados por la presencia de importantes manifestaciones hidrometales en la región de Copahue (provincia del Neuquén), se realizaron, en 1974-75, estudios conducentes a determinar la ubicación de un pozo exploratorio que alcanzó una profundidad de 954 metros sin evidenciar la presencia de fluido caliente, pero con un buen gradiente geotérmico.
Con el fin de obtener información de otras zonas del país se efectuaron algunos estudios de tipo expeditivo en Rosario de la Frontera (Salta), Farellón Negro (Catamarca) y en el territorio de la provincia de Jujuy contratándose, en este caso, una empresa extranjera especializada a la que se le incorporó personal nacional para su capacitación.
Los resultados que fueron arrojando estos estudios indicaron la necesidad de instrumentar un programa de exploración que en forma organizada permitiera realizar estudios sistemáticos en distintas zonas del país que por sus características geológicas resultaban de mayor interés. Fue así que en 1979 se elaboró un Programa de Exploración Geotérmica en el que se individualizaron siete regiones, dentro de las cuales se circunscribieron quince zonas susceptibles de realizar estudios, once de las cuales resultaron objeto de reconocimientos.
Como resultado de las tareas realizadas se identificaron más de veinte áreas de probable interés.
Los aprovechamientos efectuados hasta la fecha son muy pocos en comparación con las posibilidades técnicas que ofrece esta fuente de energía.
Desde el punto de vista de producción eléctrica, la única instalación que existe en el país se encuentra en el yacimiento de Capahue (Prov. del Neuquén). Se trata de una planta de ciclo binario de 670 Kw de potencia que contribuye a alimentar las localidades termales y turísticas de Copahue y Caviahue. Es de aclarar que se eligió el sistema binario para producción eléctrica por razón de costo-oportunidad de la central y no por motivos técnicos.
Las dificultades más grandes para un desarrollo sostenido de energía geotérmica con fines eléctricos se encuentran en los elevados costos de la exploración y lo alejado de las zonas pobladas de las principales áreas de interés geotérmico.


Argentina y la Energía Eólica

Argentina cuenta con un importante recurso eólico principalmente en la zona de la Patagonia, existiendo actualmente algunas experiencias de instalación de aerogeneradores conectados a la red de servicios públicos, gerenciadas en general por cooperativas eléctricas locales.
De acuerdo con el Censo Agropecuario Nacional, efectuado en el año 1988, existen más de 400.000 máquinas de este tipo. Haciendo el cálculo del equipamiento eléctrico que resultaría necesario disponer para reemplazar la acción de estos molinos, encontramos que sería equivalente a cerca de un tercio de la capacidad del Chocón (unos 350 a 400 MW de potencia).
En la región patagónica, la dirección, constancia y velocidad del viento son tres variables que presentan un máximo en forma casi simultánea, conformando una de las regiones de mayor potencial eólico del planeta. Cuando el promedio de vientos es superior a 4 m/s (unos 14 km/h) es posible proyectar el uso del recurso eólico, alcanzando en la región patagónica en promedio los 9 m/s.
Además de la Patagonia, cuenta con muy buena calidad de recurso eólico en diferentes regiones del país. La costa sur de la provincia de Buenos Aires tiene una calidad de viento comparable con las mejores regiones del norte de Europa pero sin los problemas de interconexión que tiene la Patagonia. Otro caso similar es el de la región de Arauco en la Provincia de La Rioja.
Además de contar con abundante recurso eólico, nuestro país cuenta con empresas capaces de desarrollar la tecnología y de fabricar equipos, es decir que es capaz de completar el círculo virtuoso de la energía eólica que está compuesto, no sólo por la generación de energía eléctrica limpia y renovable, sino por la creación de empleo en tecnología.                                                            
   

Velocidad media anual en m/s a 10m sobre el nivel de superficie.


La Energía Solar

Los valores de los promedios de la radiación solar global diaria se expresaron en kWh/m2-día teniendo en cuenta la demanda habitual de los diseñadores de sistemas de conversión fotovoltaica (lo que constituye uno de los temas de aplicación que más ha crecido en los últimos años) y los valores numéricos correspondientes a las isolíneas trazadas en los mapas se ubicaron del lado creciente de las mismas. Como consecuencia de las anteriores consideraciones se estableció como espaciamiento adecuado entre las isolíneas sucesivas el valor 0.5 kWh/m2 para que no se produjera superposición de las cotas de error en los meses de máxima radiación.
Puede considerarse que las cartas mensuales de la distribución espacial de la radiación solar global responden adecuadamente a los datos disponibles en Argentina, dentro de las condiciones que se impusieron en la metodología, siendo compatibles con el mejor nivel del estado del conocimiento del recurso en esta parte del continente, cuya incerteza no supera el 10%.


Distribución espacial del valor medio de la irradiación solar global diaria recibida sobre una superficie horizontal en los meses de julio y enero.


Ante la escasez de datos medidos de irradiación solar lo suficientemente precisos y que satisficieran las condiciones estadísticas como para ser considerados representativos en el tiempo y en el espacio, aparecieron alternativas para estimarlos a partir de la información meteorológica existente, siendo uno de los valores utilizados las horas de brillo solar (n), también conocido como heliofanía efectiva.
Los heliógrafos (también conocidos como heliofanógrafos) son los instrumentos destinados a medir la duración de la insolación. La Organización Meteorológica Mundial (O.M.M.) se encargó de estudiar el principio de funcionamiento de este equipo, esencialmente la convergencia de los rayos solares sobre una faja de papel que provoca que ésta se queme. Este equipo (inventado por Campbell en 1853 y modificado por Stokes en 1879) consiste en una esfera sólida de vidrio pulido que se comporta como una lente convergente montada de tal manera que en su foco se aloja la faja de registro diario.
El conocimiento de la distribución espacio-temporal de la heliofanía reviste especial interés entonces para la estimación de la radiación solar, si bien también es utilizada para otros fines tales como evaluar la evapotranspiración potencial (ETP) o en modelos de pronóstico de cosecha.



Distribución espacial de las horas de insolación promedio en los meses de enero y julio.

El panorama de las Energías no renovables en Argentina
Son aquellas que se obtienen a partir de fuentes naturales que no se regeneran rápidamente, y que para esto suceda pueden pasar millones de años. Los más conocidos son:
Energía nuclear
El petróleo
El gas natural
El carbón

Energía nuclear
El desarrollo de este tipo de energía comenzó en el país en 1950, con la creación de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), que trabajo especialmente en la forma de una solida infraestructura para la investigación científica y el progreso tecnológico en este campo. Por ejemplo, la creación de 1 Instituto de Física Dr.Jose A. Balseiro, en San Carlos de Bariloche, para la preparación de físicos e ingenieros nucleares.
En el país existen dos centrales nucleoeléctricas en funcionamiento: Atucha I, en la provincia de Buenos Aires, y Embalse, a orillas del embalse del rio Tercero, en Córdoba. La energía generada entre las dos tiene apenas una participación de alrededor del 11% en la generación total del país.
Atucha I entro en operación comercial en 1974, con una capacidad instalada de 357.000 kilovatios (Kw). La central Embalse fue inaugurada en 1983, y tiene una potencia instalada de 648.00 kilovatios. Esta detenida la construcción de una tercera central, Atucha II, en Buenos Aires, demorada por problemas económicos y por la toma de conciencia del peligro que presenta su funcionamiento en un área de alta densidad de población.


Petróleo y gas natural
El petróleo y el gas contienen principalmente hidrocarburos, es decir, compuestos orgánicos formados por carbono e hidrógeno que se originaron a partir de restos de plantas y microorganismos enterrados por millones de años y sujetos a distintos procesos físicos y químicos.
Las cuencas sedimentarias, es decir, los lugares donde se dieron las condiciones geológicas para la formación de hidrocarburos, se distribuyen en distintas partes del país. Se denomina yacimientos o reservas comprobadas de petróleo y gas a aquellas cuencas donde se ha comprobado la existencia de hidrocarburos.
En la Argentina se identificaron 19 cuencas sedimentarias, de las cuales cinco se encuentran en explotación: Noroeste, Cuyana, Neuquina, Golfo San Jorge y Austral o Magallanes.
La explotación de los yacimientos petrolíferos para la obtención de petróleo crudo comenzó a principios del siglo XX, con el descubrimiento del primer yacimiento en Comodoro Rivadavia. A partir de ahí se han identificado las otras cuencas sedimentarias.
La explotación a gran escala del gas natural, extraído de los yacimientos gasíferos y petrolíferos, es más reciente. A partir de la década de 1960 se destacó la producción obtenida de los yacimientos Campo Durán y Madrejones, en Salta. Pero la explotación de gas tomó mayor impulso con el descubrimiento y la explotación del yacimiento gasífero Loma de la Lata, en Neuquén.
Reservas de petróleo y gas

Las reservas son aquellas cantidades de hidrocarburos que se espera recuperar a partir de acumulaciones conocidas y a una fecha determinada. La Argentina tiene un total de reservas comprobadas de 457,7 millones de metros cúbicos de petróleo y de 763,5 miles de millones de metros cúbicos de gas natural.
De las cinco cuencas en explotación, cuatro producen desde principios del siglo XX y la restante desde la década de 1940. Por eso, algunos de los yacimientos de estas cuencas han alcanzado un grado de madurez elevado en términos de producción y han comenzado su declinación.
La cuenca Neuquina es la más importante dado que concentra el 43% de las reservas de petróleo y el 50% de las de gas natural; le siguen la cuenca Golfo San Jorge, que concentra el 36% de las reservas de petróleo, y la del Noroeste, que concentra el 25% de las reservas de gas.
Carbón
El carbón fue el primer combustible mineral que la humanidad comenzó a explotar industrialmente. Se produce a lo largo de decenas de millones de años por la descomposición anaeróbica de plantas y árboles, al ser cubiertos por el agua y luego sepultados por sedimentos.
Es una roca sedimentaria, de color negro, que contiene grandes cantidades de carbono, y es utilizada como combustible fósil. En Argentina encontramos minas de carbón en la Patagonia, aproximadamente 12 minas que están explotando carbón constantemente, para la producción de calor, energía, y otras fuentes. Lo favorable de la utilización de esta energía es que el carbón es un mineral muy eficiente. Proporciona mucha cantidad de energía por unidad de masa. Buena fuente calorífica. Se aprovecha en centrales térmicas para convertir energía química de la roca en energía eléctrica.







lunes, 11 de junio de 2012



Taylorismo


       Frederic W. Taylor (1856 - 1915) fue un ingeniero y economista norteamericano que elaboró un sistema de organización racional del trabajo, ampliamente expuesto en su obra “Principles of Scientific Management” (1912), en un planteo integral que luego fue conocido como “taylorismo”. Se basa en la aplicación de métodos científicos de orientación positivista y mecanicista al estudio de la relación entre el obrero y las técnicas modernas de producción industrial, con el fin de maximizar la eficiencia de la mano de obra y de las máquinas y herramientas, mediante la división sistemática de las tareas, la organización racional del trabajo en sus secuencias y procesos, y el cronometraje de las operaciones, más un sistema de motivación mediante el pago de primas al rendimiento, suprimiendo toda improvisación en la actividad industrial.

La organización del trabajo taylorista transformó a la industria en los siguientes sentidos:

>      Aumento de la destreza del obrero a través de la especialización y el conocimiento técnico.

>     Mayor control de tiempo en la planta, lo que significaba mayor acumulación de capital.

>     Idea inicial del individualismo técnico y la mecanización del rol.

>     Estudio científico de movimientos y tiempo productivo.

>     La división del trabajo planteada por Taylor efectivamente reduce los costos y reorganiza científicamente el trabajo, pero encuentra un rechazo creciente del proletariado, elemento que sumado a la crisis de expansión estructural de mercado (por velocidad de circulación de la mercancía) lo llevaría a una reformulación práctica en el siglo XX que es la idea de fordismo.

Según el propio Taylor, las etapas para poner en funcionamiento su sistema de organización del trabajo eran las siguientes:
1. Hallar diez o quince obreros (si es posible en distintas empresas y de distintas regiones) que sean particularmente hábiles en la ejecución del trabajo por analizar.
2. Definir la serie exacta de movimientos elementales que cada uno de los obreros lleva a cabo para ejecutar el trabajo analizado, así como los útiles y materiales que emplea.
3. Determinar con un cronómetro el tiempo necesario para realizar cada uno de estos movimientos elementales y elegir el modo más simple de ejecución.
4. Eliminar todos los movimientos mal concebidos, los lentos o inútiles.
5. Tras haber suprimido así todos los movimientos inútiles, reunir en una secuencia los movimientos más rápidos y los que permiten emplear mejor los materiales más útiles.
La aplicación del sistema de Taylor provocó una baja en los costos de producción porque significó una reducción de los salarios. Para estimular a los obreros a incrementar la producción, muchas empresas disminuyeron el salario pagado por cada pieza. Hacia 1912 y 1913 se produjeron numerosas huelgas en contra de la utilización del sistema de Taylor.
Para que el sistema ideado por Taylor funcionara correctamente era imprescindible que los trabajadores estuvieran supervisados en sus tareas. Así se conformó un grupo especial de empleados, encargado de la supervisión, organización y dirección del trabajo fabril. Quedaba atrás, definitivamente, la época en que el artesano podía decidir cuánto tiempo le dedicaba a producir una pieza, según su propio criterio de calidad. Ahora, el ritmo de trabajo y el control del tiempo de las tareas del trabajador estaban sujetos a las necesidades de la competencia en el mercado.



Fordismo


       El fordismo es una forma de organización de la producción industrial caracterizada por una gran especialización del trabajo, estructurada a través de cadenas de montaje, llevada a la práctica por Henry Ford a partir de 1908 en sus fábricas de automóviles.

    En cierto modo, se puede decir que Ford materializó los planteamientos de Taylor, pero partiendo de un objetivo distinto. Mientras que el Taylorismo busca el perfeccionamiento del sistema de producción, a través de la optimización de procesos esperando una mejora de los resultados económicos gracias a ello, el Fordismo busca maximizar los beneficios y encuentra como solución diseñar un sistema de producción basado en la estandarización y la atomización y organización de procesos, que reduzca los costes y permita producir un gran volumen de oferta a bajo precio de venta. Según Ford, el Taylorismo se ocupaba de sistematizar el saber hacer existente, pero sin innovar

    A la vez, el Fordismo propugna una estimulación de la demanda a través de salarios relativamente altos con la idea de que a mayor salario y menores precios se daría un mayor consumo, lo que cerraría un ciclo producción masiva-consumo masivo.

      Los rasgos característicos del fordismo serían:

Automización de los procesos: Esto es, se fraccionan las etapas del proceso productivo para que sean lo más simples posible y se puedan ejecutar con la mayor velocidad de forma repetitiva. los procesos de producción se atomizan hasta el punto de que no es necesario una gran cualificación para llevarlos a cabo.
Estandarización: es más fácil optimizar la elaboración de un único producto con pocas o ninguna variante.
Cadena móvil del montaje: la producción se estructura a través de una cadena o línea de montaje. El producto se va desplazando mediante la cadena por cada fase en la que los operarios realizan las tareas que corresponden. El concepto clave es el de ritmo de producción y viene determinado por la velocidad de la cadena.
Economía de escala: el gran volumen de producción permite reducir costos en materias primas, así como vender el producto a menores precios, compensando un margen de beneficio estrecho por unidad, con un gran volumen de ventas.
Salarios altos y expansión del mercado: los trabajadores considerados como consumidores. En el “prefordismo” el mercado de productos como los automóviles estaba limitado a las clases económicamente altas. El Fordismo genera una cantidad de productos que excede ese mercado, los salarios altos permiten generar uno nuevo, que acabaría convirtiéndose en la “clase media”. El trabajador especializado de cadena de montaje se sitúa un escalón por encima del proletariado.
Mercado nacional. Durante el fordismo se expandió el mercado nacional, la construcción de una clase media capaz de acceder a la compra de los bienes de consumo fabricados se pudo hacer dentro del límite local de la empresa.
Salarios fijos: el trabajo se valora en función del tiempo, ya que no hay un factor de calidad o cantidad que pueda venir determinado por el trabajador: éste no puede producir más o menos que lo que le marca el ritmo de la cadena de montaje, ni tampoco puede producir un trabajo mejor o peor que otros. En consecuencia, se establece un salario por horas.
Sindicalismo de clase: a pesar de que Ford prohibió los sindicatos en sus fábricas, el fordismo proporcionó en la práctica un gran poder a los trabajadores, por la relativa facilidad para alterar o detener el ritmo de producción con una huelga y sus consecuencias para la empresa. 
La unión de trabajadores se basa en una cierta idea de trabajador fordista estándar, “un colectivo de trabajadores más o menos homogéneo”, que tiene un interés colectivo, que es el que representa el sindicato.
Se pasó de una negociación individual a la colectiva, lo cual también era necesario para garantizar una capacidad adquisitiva a los trabajadores en conjunto. Pero también se obtuvieron una serie de prestaciones sociales que conformarían lo que conocemos como estado del bienestar.
“Indemnización por despidos, vacaciones y pensiones pasaron a ser derechos universales de los trabajadores, de tal suerte que condujeron a la clase trabajadora en su conjunto a una mejor posición frente al capital.”.
Monotonía laboral. Uno de los problemas que tuvo que afrontar el planteamiento fordista fue el de la monotonía del trabajo, que puede dar lugar a problemas de productividad.
Para resumir, el modelo de desarrollo fordista se basa en tres componentes:
  1. El paradigma tecnológico de Ford, o sea, taylorismo unido a mecanización.
  2. Un régimen de acumulación: consumo en masa, crecimiento de salarios ligado a la producción.
  3. Modo de regulación: negociación colectiva, legislación laboral y estado del bienestar.

Crisis del fordismo

El modelo fordista entraría en crisis en los años 70 debido a una variedad de circunstancias y que provocaron un cambio en las empresas en busca de nuevas soluciones de organización que les permitiesen afrontarla. No se trata de factores aislados, sino que forman parte de un sistema de fuerzas en equilibrio. Entre esas circunstancias (Safón 1997, en nota a pie de página):
El final del sistema de cambio fijo de moneda (el patrón oro) al de paridad variable: lo que introduce un factor de variabilidad en el precio de materias primas.
La crisis del petróleo, y su escalada de precio, que también condiciona un aumento en los costes de producción.
La internacionalización. En dos sentidos:
El incremento del coste del trabajo en relación con el aumento de la conflictividad laboral, que trajo como consecuencia la búsqueda por parte de las grandes empresas de mercados laborales más baratos. Las empresas fordistas, buscaban mercados laborales no fordistas, lo que llevó a deslocalización, subcontratación.
La saturación del mercado nacional y la pérdida de capacidad adquisitiva de los trabajadores (al deslocalizar, los trabajadores locales ya no son tan necesarios) llevó a las empresas a producir para exportar hacia mercados no fordistas, es decir, los que no producían bienes que vender.
La fragmentación de la demanda que supuso aumentar tanto la calidad como la variedad de la oferta, así como introducir nuevos productos para mantener alto ese nivel de demanda.
Las grandes empresas durante los años 50 y 60, crecieron buscando copar sus mercados, pero por razón de la estandarización, dejaron de lado varios nichos de mercado que serían aprovechados por empresas más pequeñas y flexibles,y que se demostrarían más capaces de responder a esa fragmentación.
Esto marcaría un cambio de modelo productivo. Durante el fordismo “duro”, se crea un producto estandarizado y asequible para una clase social. Podría decirse que se vende el producto que el comprador podrá pagar. La segmentación del mercado hace que se diseñen productos para los segmentos específicos, que demandarán énfasis en la calidad, en el precio o en características particulares.
Finalmente, para poder adaptarse a esa demanda de flexibilidad, las empresas fordistas empezaron a abandonar su modelo vertical y comenzaron procesos de externalización y descentralización, recurriendo justamente a las pequeñas y medianas empresas, llegando incluso a la externalización del diseño o la ingeniería de productos, es decir, de los procesos estratégicos clave.

Soluciones a la Crisis Fordista

Flexibilización del sistema productivo
Se pasa de la rigidez del sistema productivo fordista (productos estándar que requieren sistemas de fabricación estándar) a un modelo de especialización y automatización flexible, es decir, la capacidad de producir productos diferenciados según los mercados. Esta flexibilidad es posible gracias a:
La introducción de nuevas tecnologías que permiten el uso de máquinas que se pueden reprogramar y que trae como consecuencia la necesidad de una mayor capacitación de los trabajadores. Específicamente las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, que permiten tanto una planificación precisa y monitorización en tiempo real, como la gestión de sedes fisicamente muy alejadas entre sí.
Unido a la automatización de los procesos más rutinarios y repetitivos, que acaba con el tipo medio de trabajador fordista de muy baja cualificación.
La subcontratación: las grandes empresas encargan partes o la totalidad de un proceso a otras empresas especializadas. La deslocalización sería una forma específica de la subcontratación con empresas de otros países con un mercado laboral más barato.
La introducción del concepto de red, tanto el de “empresa red”  como el de “redes de empresas”, como forma organizativa más eficaz para afrontar y gestionar las nuevas demandas y las nuevas formas de producción. La empresa deja de ser una estructura monolítica, para convertirse en un conglomerado de unidades que se relacionan entre sí y cuya gestión deja de estar jerarquizada.
Producción Just-in-time: es decir, producir únicamente aquello que se necesita, manteniendo los stocks al mínimo. Lo que lleva a la necesidad, por parte de las empresas, de buscar formas de flexibilizar la contratación de trabajadores. El postfordismo industrial es un modelo que prioriza la gestión del excedente, busca optimizar la relación entre lo que se necesita (materias primas, fuerza de trabajo, energía, etc.) y lo que se produce.
Flexibilización del mercado laboral
La flexibilización del mercado laboral viene determinada por los cambios de la organización industrial para adaptarse a los nuevos escenarios económicos y de consumo. Al contrario que en el fordismo, en donde un trabajador podía pensar en un ciclo de vida laboral largo y seguro, en el postfordismo es característica la precariedad. 
La temporalidad es el recurso de las empresas para afrontar ajustes de la actividad productiva. Los contratos se hacen por tiempos limitados, mientras la empresa necesita mano de obra para responder a un pico de demanda o a un incremento estacional. También podríamos incluir aquí el aumento de contrataciones de tiempo parcial.
Salarios bajos, al deslocalizar o subcrontratar en mercados laborales más baratos y al producir para la exportación se rompe la asociación entre producción y clase media trabajadora característica del fordismo. Ya no es necesario pagar sueldos altos a los trabajadores porque las empresas venden a otros y porque pueden encontrar trabajadores más baratos.
Fragmentación de la negociación laboral, a consecuencia de la diversidad de estructuras productivas y la configuración en red, las empresas negocian con una diversidad de situaciones laborales y tipos de empleados (fijos, temporales, subcontratas) lo que reduce la capacidad de negociación de cada uno de esos grupos e incluso permite a la empresa evitarla por situarlos fuera de convenio, etc, por no mencionar los distintos requisitos por países si la empresa está internacionalizada.

Toyotismo



 Es un sistema integral de producción y gestión surgido en la empresa automotriz japonesa del mismo nombre. Es un ejemplo clásico de la filosofía Kaisen de mejora en la productividad. Como filosofía de trabajo, el toyotismo tiene su origen en la industria textil y en particular en la creación de un telar automático, cuyo objetivo es mejorar la vida de los operarios liberándolos de las tareas repetitivas.

La familia Toyota, basándose en este invento y en innovaciones subsiguientes, fundó una empresa textil en Nagoya, Japón, que con el tiempo se convirtió en Toyota Motor Company. Es, con esta metodología, como nacen los conceptos de jidoka (automatización) y poka-yoke (a prueba de fallas) que, junto a conceptos posteriores como just in time (justo a tiempo) y muda (desperdicio), crean lo que se ha llamado sistema de producción Toyota.

La meta del sistema es eliminar los desperdicios (muda), los cuales pueden clasificarse en los siguientes siete tipos:

> Artículos defectuosos

> Exceso de producción

> Costos innecesarios de transporte

> Tiempo de espera

> Inventarios

> Movimientos innecesarios

> Procesos innecesarios



¿Qué implica la filosofía Kaisen?


"Lo único que una empresa puede ofrecer a sus clientes es la calidad".

Calidad, principiando por el lugar de trabajo (gemba) que representa el lugar donde se lleva a cabo la acción de producir, mediante una mejora continua y sostenida basada en la eliminación del desperdicio (muda).

¿Qué representa el muda?

Muda significa desperdicio o despilfarro, en japonés; en este contexto, significa todo lo que no añada valor al producto, es decir, todo lo que quita o impide la eficiencia de la organización.

Otro concepto básico del toyotismo es el kanban, técnica de producción en la cual se dan instrucciones de trabajo mediante tarjetas denominadas kanban, a las distintas zonas de producción, instrucciones constantes (en intervalos variados) que van de un proceso a otro, anterior a éste, y están en función de los requerimientos del cliente, es decir, se produce sólo para el cliente y no para un inventario.

En el kanban, cada proceso produce sólo lo necesario, tomando el material requerido de la operación anterior. Existen tres tipos de kanban:

Producción

Transporte

Señal (representa una cierta cantidad de material)


Técnica poka-yoke


Es una técnica de calidad que significa "a prueba de errores". La idea principal es la de crear un proceso donde los errores sean imposibles de realizar. La finalidad del poka-yoke es la de eliminar los defectos en un producto, ya sea previniendo o corrigiendo los errores.

Existen tres niveles de poka-yoke

1. Elimina los errores en la fuente antes de que ocurran.

2. Detecta el error en el momento que ocurre antes de que sea un defecto.

3. Detecta un defecto después de ocurrido antes de la siguiente operación.

Para llevar a cabo el toyotismo, existe una herramienta que incrementa la efectividad en la aplicación de las demás y refuerza la participación del personal en todos los procesos de mejoramiento. Esta herramienta se conoce como el sistema de las cinco "S", que se conforma de los siguientes conceptos (cuyo nombre principia con esa letra):

SEIRI - Clasificación y eliminación

SEITON - Ordenamiento

SEISO - Limpieza en equipo y área de trabajo

SEIKETSU - Estandarización

SHITSUKE - Sostenimiento


El Sistema Toyota y la Crisis del Fordismo

Sin embargo, las cuestiones más interesantes que plantea el sistema de producción Toyota surgen al analizarlo en relación con los sistemas de producción en serie, y en particular con el fordismo, entendido éste como paradigma de la producción y venta en serie, y todo ello en el contexto de la crisis económica de los años setenta y de las salidas a la misma.
Gracias al fordismo se logró, mediante la introducción de la cadena de montaje en el proceso productivo y la separación entre concepción y ejecución en el proceso de producción, homogeneizar el ritmo de trabajo, evitar que los obreros pudieran ejercer control sobre el mismo y, a la vez, aumentar extraordinariamente los niveles de producción. La técnica suponía la materialización progresiva del saber de los trabajadores cualificados y transformaba el puesto de trabajo en un conjunto de tareas perfectamente especificadas que el obrero realizaba de forma mecánica.
El incremento en los ritmos de trabajo y en la productividad permitían la producción en masa y para que ésta tuviese salida en los mercados era necesario el aumento simultáneo del poder adquisitivo de los asalariados; ello fue posible gracias a los altos beneficios que ese sistema de producción garantizaba.
De esta forma se permitía que los trabajadores aumentaran sus niveles de consumo, lo que hacía posible finalmente dar salida a la propia producción siempre que se mantuviesen bajos precios y salarios nominales suficientemente elevados. Se trataba de hacer, como dijo Ford, que los trabajadores fueran los consumidores de los productos que fabricaban, y de ahí que se hable del "fordismo" como un sistema de regulación social que comporta tanto un tipo de relación salarial como una pauta general de consumo. Gracias a él se consiguió un clima generalizado de consenso social y laboral que permitió mantener elevados los ritmos de acumulación característicos de la segunda postguerra mundial 
Ahora bien, para que este sistema de regulación proporcione resultados satisfactorios deben darse tres grandes condiciones: primero, que se mantengan unos elevados niveles de demanda que permitan dar salida a los crecientes stocks; segundo, que se mantenga el consenso laboral que la pauta de consumo general de los asalariados proporciona; y tercero, que el sistema de producción en serie que lo caracteriza sirva efectivamente para obtener la gama de productos que se demandan.
La primera condición se rompe, como es sabido, cuando las políticas expansivas de demanda, lejos de proporcionar estabilidad y crecimiento, comienzan a ser insuficientes para dar salida al excedente productivo generado y contribuyen, por el contrario, al déficit público y a la desarticulación de la oferta productiva.
El consenso social resultó igualmente quebrado desde finales de los años sesenta, cuando se produce lo que BOWLES, GORDON y WEISSKOPT  han llamado la "rebelión de los trabajadores en las fábricas". Cuando los precios se elevan y se reduce el poder adquisitivo de los salarios, cuando la pauta de consumo se debilita y cuando las empresas ya no disfrutan de incrementos en la productividad que compensen los mayores costes que deben soportar, no hay razón alguna para que los asalariados respeten el régimen fordista. De hecho, la principal reivindicación de las clases obreras y desencadenante del proceso de luchas sociales acaecido desde finales de los sesenta será la propia organización fordista del trabajo. Los asalariados se quejan de la descualificación y alienación a la que se ven sometidos en los centros de trabajo y apoyados en la creciente fuerza de los sindicatoscomenzarán un movimiento generalizado de rechazo al sistema que culminará con el agotamiento del modelo fordista en los años setenta. De esta manera se quebraba uno de las presupuestos básicos necesarios para la rentabilidad de la producción en serie como es la estabilidad del mercado; puesto que, como señalan PIORE y SABEL, la condición necesaria para que tenga éxito la producción en serie son los intereses políticamente definidos de los productores y los consumidores y no la lógica de la eficiencia industrial, de forma que cuando éstos divergen, el esquema de regulación fordista se convierte tan sólo en una fuente de conflictos laborales y sociales.
Frente a este estado de cosas, el sistema Toyota apuesta por realzar el valor del trabajo de cara a los trabajadores, de manera que éstos puedan combinar las habilidades individuales con el trabajo en equipo mediante la instauración de sistemas de producción en los que cada trabajador puede asumir las tareas encomendadas a otros miembros, buscando de esta forma una polivalencia de los individuos: "En el sistema americano, un operador de torno es siempre un operador de torno y un soldador es siempre un soldador hasta el final. En el sistema japonés, un operario tiene un amplio abanico de posiblidades. Puede trabajar con un torno, manejar una perforadora y hacer funcionar una fresadora. )Quién puede decir qué sistema es mejor?".
El otro aspecto que va a provocar el agotamiento del modelo fordista es consecuencia del propio desarrollo de uno de los elementos que posibilitaron su expansión: el crecimiento continuado del consumo.
A medida que aumentaba el poder adquisitivo de las clases asalariadas aumentaba también su consumo lo que a su vez estimulaba la apertura de nuevos horizontes a la producción. Y así, la que se llamó más tarde la "cultura del más" (más producción, más necesidades, más consumo, más producción,...) permitía ampliar permanentemente lo que J. NÉRÉ denominó un "círculo virtuoso": el aumento de producción permite una demanda creciente que hace posible la expansión siguiente de la producción que impulsa la demanda...y así sucesivamente. Una vez dentro de este proceso, las necesidades de inversión van a dejar de depender de la estructura de costes de las empresas, para pasar a depender de las expectativas de demanda, de forma que cualquier reducción en los salarios que, en principio, facilitaría la inversión, pasa a tener efectos perjudiciales en este nuevo esquema y a reducir el volumen de la misma.
Pero esta dinámica requiere crear continuamente "nuevas necesidades" como forma de mantener un elevado nivel de actividad y, consiguientemente, de ganancia. Este proceso conduce a una diversificación enorme de la producción, de modo que se debe generalizar la realización de infinidad de variaciones sobre un mismo producto, para poder crear así la ilusión de estar consumiendo nuevos bienes sin que éstos lleguen verdaderamente a serlo. Es lo que J. O'CONNOR  ha calificado de "ingeniería del valor", la permanente búsqueda de nuevas envolturas o apariencias externas de productos idénticos o similares para que puedan aparecer como capaces de satisfacer necesidades distintas.
Sin embargo, el sistema de producción fordista se asienta sobre las bases de fabricación de una gran cantidad de un mismo producto y de una sola vez. De hecho, transformó la demanda de bienes similares entre sí en la demanda de un único producto estándar. Como dijo Ford ante la salida del modelo Ford T "todo cliente podrá tener el coche del color que prefiera con tal de que lo prefiera negro".
Lógicamente, un sistema de esta naturaleza se vería desbordado ante la necesidad de diversificar la producción debido a las nuevas exigencias del consumo.
Pero no sólo se produce la incapacidad de responder ante una demanda cuyos segmentos son cada vez más diversos, sino que también el sistema presenta un límite intrínseco derivado de la progresiva saturación de los mercados, como muestra especialmente el mercado interno de Estados Unidos: en 1970, el 99 por ciento de las familias poseían ya un aparato de televisión y en 1.979 ya existía un automóvil por cada dos residentes.
Esta creciente saturación de los mercados provocará una progresiva disminución en las elevadas economías de escala con las que solían trabajar dichasindustrias, disminuyendo la rentabilidad de los equipos destinados específicamente a la producción de tales bienes, al mismo tiempo que elevaban el coste de buscarles usos alternativos. Las que fueron en su momento las mejores armas para reducir los costes se vuelven ahora en contra del productor, porque, además de economías de escala, son ya necesarias economías de variedad.